En el ojo del huracán nada pasa.

En medio del huracán existe la calma, característica de resiliencia psicológica y meteorológica.
es momento de decantar, ceder a la gravedad de las cosas y dejar, dejar que precipiten y reaccionen el movimiento del alma, alma que combustiona racionalmente se ha quedado sin papeles con letras que quemar, se haya en un mar rojo huracanado, a ratos negros y azules, flotando sobre un horizonte amoratado, viviendo lo ultimo del rayo, el crepúsculo arrebolado en medio de un océano huracanado. tierra firme en la linea divisoria, tierra movediza, un engaño!
el retiro a la montaña a sido la opción de otros, subir al delgado aire de las cimas y ver el filo del mundo, la curva de nuestra existencia, el cambio súbito de perspectiva apuna los sentidos traicionados.
vieja la idea de la prisión, viejos los engranes que mueven al mundo, antiguo el peso sobre sus hombros, historias resonantes en el eco del tiempo, heredadas en el susurro de los vientos, escenas repetidas de ese originario momento por allá por los primeros acontecimientos, cuando todo era yermo para el humano, de la nada explota la materia con su ráfaga de conmoción y ya nada es lo mismo que antes, comenzó el infinito amor que le da nombre a todas las cosas, el infinito tiempo que fracciona los sucesos.